miércoles, 7 de enero de 2009

De quejas y maltratos

"Creo que nuestro gobierno todavía no alcanza la velocidad requerida y no creo que ello sea por falta de convicción, sino porque todavía no hemos sabido vencer la inercia de las leyes, los reglamentos de la burocracia y porque todavía nos confrontamos a la lamentable demora que puede hacer crecer la ansiedad y la respuesta del pueblo del Perú", manifestó en medio de la juramentación del nuevo Ministro de Agricultura, Ismael Benavides, el presidente Alan García. Han transcurrido 10 meses y el gobierno sigue dando fe, y muestras, de su indomable incompetencia. El presidente se queja de la falta de velocidad, pero no dice nada de los 12,000 proyectos ya aprobados por el Sistema Nacional de Inversión Pública (SNIP), que él se niega a ejecutar por el simple hecho que fueron aprobados, con eficiencia, durante la administración de l presidente Alejandro Toledo. Por lo tanto no se trata de demoras burocráticas señor presidente. Se trata de omisiones premeditadas que tienen que ver con la utilización política que usted y su gobierno le dan a las obras que tanto necesita el pueblo. Se trata también del pésimo y corrupto uso que se le da a los recursos de todos los peruanos y que usted termina respaldando con frases y espaldarazos. Decenas de millones de soles ya se han evaporado en obras mal hechas o que nadie ve. Decenas de millones de soles que se han trasladado sabe Dios a qué destino porque no han terminado en lo que deben terminar: en obras que beneficien directamente al pueblo. Y todo esto en medio del inicio de una gestión, la del Ministro de Agricultura, bautizada con el maltrato. El maltrato que significa hablar, no antes ni después de la juramentación, sino en medio de esta, con un juramentante confundido por el discurso presidencial en el que una vez más deslizó la culpa de una gestión plagada de errores en las espaldas de sus altos funcionarios a los que el llama gentilmente "ministros".

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